Proceso de negociación

Proceso de negociación

8/20/2013

Hacia un nuevo modelo social

Hola a todos de nuevo,

Hace unos meses os trasladaba mi pregunta para un debate con el título ¿Realmente creéis que estamos tocando fondo? .

A la vista de que parece haber interesado este tema, he preparado una nueva pregunta para debate sobre un asunto que considero realmente importante e inminente. La pregunta, muy atrevida, es “Cómo creéis que podría funcionar un nuevo modelo social consistente y sostenible”.


Os doy mi opinión para abrir el debate, pidiendo disculpas por mi atrevimiento en algo tan “delicado” como lo es este tema.


Para mí, y debido fundamentalmente a mi experiencia profesional, no hay duda alguna de que estamos asistiendo al funeral de nuestro modelo del bienestar. No le demos más vueltas; no empleemos, por favor, más datos y cifras macro-económicas de tertulianos y profesores, vayamos directamente al grano: Una sociedad como la nuestra, con un volumen tan importante de personas improductivas dependientes de los contribuyentes, - y no sólo me refiero a los millones de jubilados -, con amplias coberturas y prestaciones sociales, y con un crecimiento porcentual cada vez mayor e inevitable por cuestiones naturales de población, simplemente no puede sostenerse. Punto.

No hay más que visualizar los presupuestos generales del Estado y CCAA y comparar las partidas principales de gasto con el total de los ingresos. Las cuentas no salen. Fijaros que no estoy, ni siquiera mencionando a los millones de parados que podrían tener ocupación y por tanto contribuir al sostenimiento de los restantes improductivos, ni tampoco el volumen desmesurado de deuda pública (sin incluir la privada).

Es absurdo mirar atrás y pensar que este u otro gobierno, nos van a sacar de este atolladero. Nuestra situación poco o muy poco tiene que ver con la de hace solamente 15 años.


A finales de los 90, en mis clases en algunas Escuelas de Negocio, siempre comentaba el mismo esquema: España, en los últimos 10 años ha multiplicado por 3 su cifra de negocio e  inversiones en el exterior; somos la décima potencia económica mundial, etc. etc…. Entonces comprábamos empresas y competíamos en el mercado exterior, pero con los grandes. Ahora, en 15 años, y procedente de los países emergentes, se ha sumado al mercado de clase media (ingresos medios de 30.000 €/año), una población global equivalente a toda la Europa Comunitaria, y mientras nosotros estamos en retroceso, y con lastres económicos impresionantes por nuestro adorado estado del bienestar, ese mundo nuevo, global, que accede a la clase media, a nuestra tarta, sigue creciendo a toda marcha, y sin lastres sociales como nosotros, lo que les hace muy competitivos, sobre todo frente a países como España carentes de tecnología propia.

Conclusión: Tenemos que cambiar. Debemos de reconocer, primero, que tenemos un gran problema, y una vez aceptado, debemos cambiar el modelo existente por otro que sea consistente y sostenible.


Consistente, significa basado en la realidad del mercado y en valores fuertes: tecnología, innovación continua de lo que sabemos hacer bien, formación, globalización, y sobre todo, una nueva forma de trabajo, de organización empresarial, basada en la deslocalización de sus recursos tanto humanos como técnicos. Nuestras empresas, para ser competitivas deben de reducir al máximo sus gastos, y para ello, al menos en muchos de los servicios, es necesario acudir al trabajo deslocalizado, con recursos humanos que trabajan desde sus domicilios o en la ubicación de asistencia al cliente, que se reúnen y resuelven su problemas mediante video-conferencias, que reciben su compensación fundamentalmente por éxito y por cumplimiento de objetivos, y que acoplan sus jornadas a su interés personal en la medida de lo posible, como si de una unidad autónoma de negocio se tratara,  y respecto a los recursos manufactureros, localizarlos en aquellos puntos geográficos cuya idoneidad sea la mejor para la competitividad y la marca, con los mejores valores locales: formación, costes, logística e infraestructuras, regulación de país, penetración de mercado, etc. etc.


Sostenible, es decir, duradero, para lo cual hay que suprimir todo aquello que sea claramente improductivo en el Estado, y todo aquello que sea superfluo en las grandes partidas de sanidad y seguridad social, unificando criterios, y acentuando la mejora y la incentivación en la educación y la formación. Para ello, tenemos que acostumbrarnos a creer en nosotros mismos, en nuestras capacidades y preparación para solventar los problemas de nuestra dependencia social, mediante planes de pensiones, seguros, formas de racionalizar nuestros gastos e ingresos sin la dependencia estricta del Estado, y trabajar y trabajar todo lo que podamos. Ya sé que esto es muy fácil de decir, y que hay muchísimos casos límite, pero por ello debemos de empezar ya a construir nuestro modelo. Es realmente urgente.


José Manuel Nistal Bartolomé- Viveiro, Agosto 2013

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