El pasado Viernes, 27 de diciembre
D. Mariano Rajoy indicó que “el año 2014 será el año del inicio de la
recuperación económica en nuestro país”.
¿A qué le llama Ud. el inicio de
la recuperación económica, Sr. Rajoy?. Sus palabras pueden interpretarse como si
se vislumbrara de nuevo la posibilidad de recuperar las cotas de bienestar
social alcanzadas hace años, y eso, Sr. Rajoy, conviene matizarlo.
Sr. Rajoy, Ud. y su gobierno, su
partido, el partido de la oposición, el conjunto de la clase política, y
también una buena parte de nuestra sociedad, saben perfectamente que nuestro
estado del bienestar, el que disfrutábamos solamente hace unos pocos años,
jamás (digo jamás, pensando en varias generaciones) será recuperado. Y no lo
será por algo que Ud., y su gobierno, y los partidos políticos conocen
perfectamente. Haré un poco de memoria: Hace solamente 15-20 años, yo explicaba
en las Escuelas de Negocio la fenomenal posición de España en el mundo.
Comprábamos empresas, y nos extendíamos por varios continentes. Es verdad que
había voces que indicaban que se destinaba un porcentaje ínfimo al I+D+I, y al
desarrollo de tecnología, pero éramos listos para los negocios, y España era el
paradigma de la construcción y del rápido enriquecimiento.
Lo que ha pasado es que en ese
tiempo se ha incorporado al mercado global una población de consumidores con
plena capacidad y derecho, superior a la de la UE, provenientes de China,
India, y otros países emergentes, con la diferencia de que sus costes sociales
y salarios son muy inferiores a los nuestros, tienen capacidad para comprar y
adquirir tecnología, no están endeudados, y no tienen paro, además de contar
con una población mucho más joven de media que la Europea. Entre tanto, en
Europa, hemos seguido con nuestro estado del bienestar, y mientras algunos
países del norte desarrollaban planes educativos y tecnológicos muy potentes y adecuados
a su población y su capacidad de producción, y otros como Alemania, seguían adelante con su
enorme aparato tecnológico fruto de varias generaciones, y su cultura de organización y de orgullo de
país, España, seguía inmersa en una cultura basada en el pelotazo empresarial y
los derechos adquiridos, dando continuidad a un desmesurado crecimiento del
desorden estructural de nuestra sociedad pública y privada, a un modelo productivo
basado en la reducción de las horas de trabajo, mayores beneficios sociales,
más vacaciones, jubilaciones anticipadas,… y a un modelo de sociedad que pensaba
hasta hace bien poco que el que no tenía una hipoteca y una segunda vivienda en
la costa era, como poco, un tanto obtuso.
Como botón de muestra de nuestra
situación, sirva uno de los principales paradigmas de la incompetencia e
incapacidad, como lo ha sido nuestra política de subvenciones a la generación
fotovoltaica. España, es líder mundial en instalaciones de parques fotovoltaicos,
y también líder en subvenciones a la generación de la energía producida por
estos parques, sin embargo, nos hemos quedado sin su principal activo; su tecnología
(silicio, obleas, células, módulos….). Hace sólo unos pocos años liderábamos el
mercado mundial de esta tecnología, y ahora lo hemos perdido todo; no hemos
podido / no hemos sabido, defender una situación tan inmejorable, eso sí, nos
hemos quedado con las instalaciones, su deuda, y muchos parados. El negocio ha sido redondo…
Sr. Rajoy, lo que aquí menciono
de forma resumida es sólo un botón de muestra. Por ello creo que nos haría un
inmenso favor si se expresara con más cuidado a la hora de proclamar su éxito
ante la crisis. Sólo una cosa más, afortunadamente las nuevas generaciones, los
que se quedan y no se han marchado todavía, están aprendiendo muy rápidamente a
innovar, a crear, a ser empresarios y asumir riesgos controlados. Es ahí, en
las pequeñas empresas, donde está el futuro de nuestra sociedad. Por favor,
ayúdeles de verdad; que no vuelva a pasar como anteriormente con las
fotovoltaicas. Creo que tenemos ya en marcha un buen número de pequeños
empresarios que están aprendiendo muy bien lo que es competir y desarrollar
tecnología e innovación. En ellos estará basado nuestro futuro modelo socio-económico,
aunque, desgraciadamente, todavía muy lejos de lo que Ud. nos asegura que, al
parecer, está a la vuelta de la esquina.
José Manuel Nistal Bartolomé, 30 Diciembre de 2013.
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